El fútbol mexicano se ve nuevamente envuelto en la ola de inseguridad que azota al país. Nicolás "Nico" Fonseca, mediocampista del Club León, fue víctima de un secuestro exprés y asalto a mano armada la mañana del jueves 27 de febrero, cuando se dirigía a los entrenamientos del equipo.
Los hechos ocurrieron en la carretera libre León-Lagos de Moreno, cuando un grupo de hombres armados interceptó a Fonseca y lo obligó a descender de su camioneta BMW, que posteriormente fue robada. El futbolista fue retenido por aproximadamente dos horas antes de ser liberado en una zona despoblada, a unos 25 kilómetros del lugar donde ocurrió los hechos.
El incidente generó alarma dentro del Club León, al punto que la práctica matutina fue suspendida temporalmente mientras se intentaba obtener información sobre su paradero.
A pesar de la gravedad del suceso, ni las autoridades estatales ni la Fiscalía han emitido comunicados oficiales sobre la investigación del caso. Sin embargo, el Club León confirmó los hechos a través de un comunicado oficial, en el que aseguró que Fonseca se encuentra a salvo y entrenando con normalidad. Asimismo, pidieron no difundir rumores y agradecieron las muestras de apoyo recibidas por parte de la afición.
El secuestro de Nicolás Fonseca pone nuevamente sobre la mesa la crisis de inseguridad que enfrenta Guanajuato, un estado que ha visto un incremento del 73.7% en los casos de secuestro en el último año. Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a agosto de 2024 se registraron 7 secuestros en la entidad, en comparación con los 4 casos del mismo periodo en 2023.
A pesar de que Guanajuato no es considerado un foco rojo en materia de secuestros a nivel nacional, la problemática de la violencia y el crimen organizado en la región ha incrementado la percepción de inseguridad, afectando no solo a la ciudadanía, sino también a figuras del deporte como Fonseca.
El caso de Nicolás Fonseca ha generado indignación y preocupación dentro del fútbol mexicano, pues pone en evidencia la vulnerabilidad de los deportistas ante la delincuencia. Ni las autoridades ni la Liga MX pueden ignorar estos incidentes, que ponen en riesgo la integridad de los jugadores y el prestigio del campeonato.
Cabe destacar que, en redes sociales, varios usuarios mostraron indignación y preocupación sobre los acontecimientos.
Por ahora, el mediocampista del Club León ha optado por mantenerse alejado de los reflectores y concentrarse en su labor dentro del campo. Sin embargo, el eco de su secuestro resuena como una advertencia más de que la seguridad en el país es un tema pendiente que urge atender.