Del 8M al 8Meme

Alejandro Flores
March 9, 2025
1 min

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, diversas ciudades del mundo fueron testigo de marchas que, en teoría, están en contra de la violencia hacia las mujeres. Sin embargo, como cada año, lo que vimos fue un despliegue de violencia cuyas perpetradoras son, irónicamente, mujeres.

Uno de los episodios más lamentables ocurrió en Guatemala, donde feministas agredieron a un puesto ambulante que ofrecía pan gratuito a las manifestantes, negocio que además era administrado por mujeres. ¿Dónde está la iconoclasia en eso? Si de por sí es injustificable esa excusa, como lo dejó claro el Maestro Cuyo, cuando destruyen un auto, menos cuando se trata del negocio de otra mujer.

Más bien lo que deja en claro un acto como este es un deseo profundo de violencia que sale a la luz cada 8M, fecha en la que se saben intocables estas mujeres. Y es que con la destrucción de este negocio evidenciaron además su falta de criterio y empatía contra las otras mujeres. Atacar a quienes intentan apoyar, aunque sea con un gesto sencillo, no es revolucionario, ni siquiera vandalismo: es pasarse de verga.​

La marcha, que presumen como un espacio de sororidad y denuncia pacífica, sólo las exhibió como lo que son: violentas, resentidas e hipócritas. Cómo muestra un botón: en Ciudad de México se presentó una riña entre propias manifestantes; irónico que, en una protesta contra la violencia de género, se hayan terminado moliendo a golpes entre ellas.

Sin embargo, lo que más me enerva de este desplante masivo de violencia e hipocresía, es que no tienen reparo de hacerlo ante la presencia de niñas y empezar así su adoctrinamiento. Miles de niñas, llevadas por sus madres inconscientes e irresponsables, fueron coaccionadas a cantar consignas que no entienden, pegar cárteles con difamaciones para sus padres y hasta a insultar a sus progenitores.

¿Qué culpa tienen esas niñas de que sus madres no puedan llegar a acuerdos como adultas con sus exparejas?, ¿por qué exponerlas a que les pase algo sólo para lastimar al padre? Estas marchas se llenan de incendios, cristales rotos, bombas molotov, pintura en aerosol, y cuánto químico se imaginen, ¿es ese el lugar ideal para una niña? Evidentemente no.

¿Y saben qué es lo más triste de todo? Que las mujeres que de verdad tienen una pérdida por la cual pedir justicia, son opacadas por las hipócritas que instrumentalizan su dolor y lo usan como excusa para hacer destrozos. Todo para ser abandonadas y dejadas a su suerte, después de que las hordas moradas ya se tomaron sus selfies, hicieron su catarsis con violencia y se sobaron el ego con la ilusión de que hicieron algo útil.

Alejandro Flores
Director General
Periodista, investigador, activista por los Derechos de los Hombres y contra las falsas denuncias. Creador de contenido crítico, enfocado en derechos humanos y análisis político.